Pues ya están aquí las sesiones de navidad. Las más esperadas del año. Si pestañeas te lo pierdes, aunque empecemos a anunciarlas a finales de septiembre. Y es que en cuanto abro agenda, empieza a llenarse de citas.
No te voy a engañar, muchos son clientes habituales, que cogen cita sin ver aún el decorado, porque confían. Confían en que da lo mismo lo que ponga, saben que estará bien, y que sus niños lo pasarán en grande.
Si eres de los que miran y remiran precio y decorados, este no es tu sitio.
Para mí los niños tienen que divertirse, y para eso da lo mismo lo que ponga detrás. Si pones las fotos en orden, podrás ver cómo cada año intento contar una historia. Aquí no se trata de poner un decorado navideño y plantar a los niños delante para sacarles sonriendo y mirando a cámara. Yo quiero que sea una experiencia. Que hagan pócimas de buen humor para la cena de navidad, que pesquen estrellas para pintarlas y llenarlas de brillo, que se duerman y despierten volando en una cama hasta el polo norte.
Y no es que me gaste miles de euros en los decorados, de hecho reciclo muchas cosas, pero mi súper poder es la imaginación. Este año alguien ha robado la navidad y tendrán que hacer de detectives para poder recuperarla. Es para niños a partir de 3-4 años, que puedan seguir un poco la historia y seguir ese «guión» aunque con niños es fácil, y necesario saltárselo.
«Mis niños» se hacen mayores y tengo que adaptar las historias, no nos vale algo simple y ñoño, ellos quieren hacer cosas chulas. De todas formas, este año también tendré un mini set para hacer retratos más navideños, si te preocupa que las postales sean de todo menos navideñas.
Pero no te preocupes si tienes niños menores de esa edad, o si son aún bebés. Este año tendré un segundo decorado más sencillo para ellos.
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