Si estás embarazada, lo primero que puedo decirte es… ¡Enhorabuena!
Seguro que es uno de los momentos más bonitos y emocionantes de tu vida y es que sentir como crece tu bebé en tu interior es algo mágico y digno de inmortalizar, ¿no crees?
¿Has pensado lo bonito que será estar sentada junto a tu hijo cuando haya crecido un poco y ver esas fotos del momento en que lo llevabas dentro?
Una sesión de embarazo está llena de preciosos matices. En tu mirada se puede ver reflejada esa ilusión y a veces (sobre todo si eres primeriza) esos pequeños miedos que se van superando poco a poco. Tu rostro tiene un brillo que te hace estar radiante y esa hermosa barriga crece por horas para hacerse notar.
Déjame guiarte por esta experiencia y regálate un ratito para ti y tu bebé, te sentirás una mujer afortunada.
Tras contratar este servicio y haber aclarado cualquier duda que pueda surgirte, se fijará un día para realizar la sesión.
Cada mujer y cada embarazo son únicos, pero después de tantos años haciendo este tipo de reportajes puedo decirte que alrededor de la semana 32 suele ser un buen momento para hacer esta sesión.
No te preocupes si hay que adelantar o posponer la cita, hay mujeres que en la semana 28 ya tienen una barriguilla muy vistosa y si esperan mucho más se encuentran demasiado hinchadas o pesadas, y otras que parecen estar de tres meses y es mejor esperar un poco más.
El día de la sesión, no vengas sin compañía. A pesar de ser la protagonista y salir en muchas fotografías tú sola, que tu pareja esté ahí y salga también en el reportaje le hará poseer aún más valor porque al fin y al cabo sois una familia. Y si ya tenéis otro niño, también será partícipe y el rato de juego y diversión está asegurado.
Otra idea puede ser traer a vuestra mascota, incluso alguna vez he llegado a hacer una sesión de una mami con su grupito de amigas y os lo pasaréis en grande.
De lo que se trata es de que tengas un recuerdo de esta etapa de dulce espera siendo tú misma y estando lo más cómoda posible.
Para eso te doy la posibilidad de realizar esta sesión en el estudio, en exteriores o en tu propio domicilio si prefieres estar en la intimidad de tu hogar. Tú decides.
Tengo algún vestido básico porque hay mujeres que no tienen apenas prendas de premamá, que no sea un vaquero y unas mallas. No tengo bodys ni coronas de flores. No hago ese tipo de fotos, cada mujer es distinta y no me gusta imponer a nadie qué ropa ponerse.
Sin embargo, sí que os aconsejo. Yo siempre recomiendo colores lisos, básicos. Algo sin motivos grandes, sin serigrafías ni líneas o cuadros, para que cuando veas la foto, la ropa que llevas en ella no quite protagonismo a lo esencial, a tu expresión, a la emoción en tu rostro.
Por supuesto. Podéis traer ecografías 3D, juguetes, patucos, o algún detalle para el futuro bebé que os guste.
Puedes hacerte belly painting. O si quieres algo más sencillo podemos poner solo el nombre del bebé en la tripita. Tengo incluso pintura de manos por si los hermanitos mayores quieren dejar sus huellas…
Si se te ha ocurrido algo no dudes en contármelo y vemos cómo podemos enfocar la sesión.
Por supuesto que no, en vuestro contrato de servicio tenéis la posibilidad de darme o no permiso para publicar alguna de vuestras imágenes en la web, ficha de google o página de instagram. El derecho a la imagen es vuestro. Agradezco mucho a la familias que sí me dan permiso, ya que muchos clientes me encuentran gracias a poder ver mi trabajo.
Lo tienes todo claro, pues…
Deja inmortalizada tu felicidad y esa conexión que tienes con tu bebé para poder compartirlo con él/ella en un futuro, pasaréis un momento precioso viendo las imágenes juntos.